La vida me cumplió mi sueño, el más profundo. Y ese sueño se convirtió en mi realidad. Esto no es un cuento, es mi verdad.
Siempre fui muy tímida, pasé mis años de primaria y secundaria concentrada en mis estudios.
Aunque tuve otras parejas, nunca sentí tener un amor verdadero.
Sin embargo jamás perdí las esperanzas y el deseo de encontrar a esa persona especial, que me cambiaría la vida, que me trataría como una princesa.
Todo comenzó un día cualquiera. Lo conocí en el Hospital Italiano, en la parte de “Hospital de tarde", yo venía concurriendo al mismo hace varios meses por problemas que son irrelevantes en esta historia.
Lo miraba, adoraba escucharlo hablar en silencio, pero nunca me animaba a dar el paso. Mi tierra comenzó a rotar miles de veces desde aquel día y mi corazón no paraba de latir.
Una tarde a la salida del Hospital, iba tranquila caminando como siempre para mi casa y lo ví, lo vi a él, no sabía qué hacer, seguí mi camino y me di cuenta que íbamos para el mismo lado. Igualmente no hice nada al respecto porque no encontraba la oportunidad.
Hasta que un día me decidí, me acerqué y le pregunté qué era de su vida. Me contestó que había terminado hace poco una relación (igual que yo) y coincidimos en que ambas habían sido muy invasivas y dañinas para cada uno.
Me la jugué, le pasé mi celular y le dije si un día tenía ganas de hablar con alguien podía contar conmigo. En ese mismo instante agendó mi celular.
Volví a mi casa, anochecía y me llegó un mensaje, sí... era él!
Tras charlas y charlas nos dimos cuenta que los dos sentíamos algo parecido por el otro, aunque no sabíamos realmente qué era y decidimos probar.
Ese día para mí fue el más feliz, yo lo amo, me hace inmensamente feliz y hasta el día de hoy estamos juntos.
Lo más curioso fue darnos cuenta que éramos vecinos, vivimos a dos cuadras de diferencia. Cumplimos más de seis meses juntos, y aunque no son muchos, sí son los mejores de mi vida. Soy muy joven y aunque él es mayor que yo, me hizo sentir lo que nunca antes había sentido.
Pensar por todo lo que pasamos... y aún así supimos unirnos como pareja para salir adelante.
Como él no hay dos, logró lo que nadie había logrado: enamorarme y hacerme feliz, tan feliz que sé que estaremos siempre juntos.