Mi nombre es Claudia y con mi marido queríamos buscarle un hermanito a nuestra hija.
Creyendo que todo iba a ser fácil y sencillo, y ya teniendo una hija, nos sentíamos muy seguros con lo que se podía venir.
En noviembre del 2011, nos enteramos que estabamos embarazados! Muy felices, nos realizamos la primera ecografía.
En ese momento, nos dimos con la inesperada noticia de que esperabamos dos bebes que se encontraban en dos bolsas separadas, pero compartían la misma placenta. En una ecografía de la trasluscencia nucal veían a los bebes chiquitos, entonces nos la repitieron a los cuatro días. Y comenzaron las dudas, un bebe estaba bien, pero al parecer el otro sufría un poco de taquicardia.
Había una diferencia de liquidos entre los bebes y si se seguía agrandando esa diferencia entrabamos en un cuadro de transfundido transfusor. Y eso fue lo que pasó, se agrandó la diferencia y nos plantearon que existía la posibilidad de realizar una intervención llamada “Fetoscopia” porque corría el riesgo de que se perdiera el embarazo. Si la realizabamos, no nos aseguraban que fuera existosa, habia un tercio de posibilidades que salga bien, un tercio que se salve una o que no se salven ninguna.
Estabamos muy preocupados, casi llegando a la semana 18 decidimos intentarlo. La intervención que duró casi dos horas. A los pocos días, nos realizaron otra ecografía, pero para ver realmente el resultado de la intervensión había que esperar dos semanas. Fue así durante todo el embarazo. Nada se podía hacer, sólo había que esperar.
Con éste panorama finalmente se evaluó que nacerían en la semana 32. Se programó la cesárea para el día 11 de junio.
A las 8:35 de la mañana nació Florencia con 2,370 kg y después Julieta con 1,365 kg.
A los 3 días me dieron el alta a mí y ellas quedaron internadas. Y así comenzaba una nueva etapa. Íbamos todos los días desde la mañana hasta la noche.
Transcurrieron los días y las nenas evolucionaban favorablemente, las pasaron a terapia intermedia, y sólo esperabamos que Juli aumente un poco de peso.
Y luego de cuarenta días, nos fuimos todos a casa. Hoy mis princesitas están por cumplir 3 años, son nenas muy saludables, la prematurez ya casi quedó en el olvido; están muy grandes, hablan, son independientes, se complementan y se necesitan una a la otra.